Entradas

Mostrando entradas de abril, 2020

Catorce. Dramatis Personae: Las Tres Suertes

Imagen
Moiras, Parcas, Lamias o Nornas son distintos nombres que han recibido a lo largo de la historia estos avatares del destino. En Sarovir se las conoce como Las Tres Suertes. Las Tres Suertes están hechas del material de las leyendas. Son supersticiones. Son cuentos narrados a los niños en las noches de tormenta. Todo el mundo conoce a alguien que a su vez conoce a otro que, para gracia o desgracia, se cruzó con alguna de ellas. Los habitantes mas viejos de Sarovir, sobre todo en las aldeas alejadas del gran burgo, susurran que estos espíritus renacen en la tierra de los vivos cada vez que la rueda del destino debe girar bruscamente. Dicen que las Tres Suertes se reencarnan en tres mujeres; una joven risueña, una dama de mediana edad y una vieja arrugada. Dicen que estas mujeres, desconocedoras de su verdadero poder y cometido, sienten la necesidad de encontrarse y que cuando por fin se reúnen, un gran cambio se produce. Las viejas canciones cuentan que cuando La Gran Peste

Trece. Tierras Indómitas III: El Burgo de Sarovir. La Cochiquera

Imagen
Ilustración de @haticlesa La Cochiquera: Durante el gobierno de Alberto El Avaro y su ampliación de la muralla exterior, llegaron numerosos trabajadores y sus familias de aldeas cercanas a Sarovir. A estas gentes se les permitió instalarse en los extramuros de Sarovir, previo pago de impuestos, mientras durase la colosal obra. Las tiendas de lona que cubrían la base de la muralla dieron paso con el tiempo a casetas de madera y paja y con los años, a barro y teja. Ni Alberto El Avaro ni su sucesor Darian El Cazador vieron terminada la ampliación de la muralla. Para cuando se terminó el proyecto, aquel campamento de trabajadores se había convertido ya en un arrabal de Sarovir. Tabernas, casas de oficios, templos y prostíbulos, torre de la guardia y hasta construcciones de varios pisos se levantaban aquí y allá, sin ningún tipo de planificación urbana. Las edificaciones de La Cochiquera, nombre que recibía el barrio por su intenso olor, se amontonaban caóticas unas sobre ot

Doce. Dramatis Personae: Los Ungidos de Waldemar

Imagen
A la Atención del Conde Antonio de Medina: Querido tío, Aunque no lo creáis, estoy bien. Se que sin duda me dais por muerto desde hace años y he de deciros que teníais  razón: La guerra nunca fue como la imaginaba cuando era niño. Volviendo la vista atrás os estoy agradecido por todo lo que hicisteis por mí hasta  que escapé de casa. Sé que no teníais por qué hacerlo y por eso os doy las gracias.  Mi padre hubiera estado orgulloso de vos y cuando era joven fui demasiado necio  como para deciroslo a la cara pero vuestro amor me ayudó a crecer fuerte. Los caminos me llevaron lejos de casa, no os preocupéis, pues viaje siempre  defendiendo el honor de nuestra casa y nunca caí en actividad criminal. En  cuanto tuve ocasión me alisté en un navío que partía  hacia la guerra en una  lejana tierra en busca de una gloria innecesaria. Ahí conocí lo que era el calor de verdad y ví el desierto por primera vez, nos  llevaron a una ciudad donde bebimos y disfrutamos puesto que pa

Once. Dramtis Personae: Grupo Inquisitorial de Diego Malpartida

Imagen
Sarovir es una ciudad de secretos y oscuridad, de callejones y lugares sórdidos que una persona de bien, no osaría pisar. Son pues esos lugares, los que el círculo del inquisidor Diego de Malpartida usa para esconderse y vigilar desde las sombras.  De todos es bien sabido que la inquisición actúa en secreto, y que mejor forma que desde los barrios bajos de Sarovir donde la ley mira para otro lado. En el sótano de una vieja posada en ruinas, La Bota Negra, el inquisidor Diego de Malpartida reúne a sus hermanos donde intercambian información, trazan planes, estudian a su enemigo y ejecutan su venganza. A pesar de ser un reducido grupo, mantienen una red de espías y mensajeros extensa, los cuales usan para localizar a otras células de inquisidores o a sus futuras víctimas. Cuando llega la hora de ir de caza, la compañía usa los viejos túneles que pueblan los subterráneos de la ciudad para salir o entrar en ella sin ser vistos.